Vigo: Francisco Leiro (1986-2002)
Nace en Cambados (Pontevedra), en 1957. Aprende la talla de la piedra en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago de Compostela y continua su formación en dibujo y modelado en la Escuela de Bellas Artes de Madrid.
La dilatada obra de Francisco Leiro está considerada desde los años ochenta una de las más representativas de la escultura española.
Coincidiendo con su pertenencia al grupo Foga, en los años setenta atraviesa una etapa surrealista. Leiro pertenece a la renovadora generación de artistas gallegos que se dan a conocer en la diversas ediciones de "Atlántica", entre los que se encuentran también Menchu Lamas, Antón Lamazares y Antón Patiño, entre otros.
En sus esculturas ha utilizado todo tipo de materiales: madera pintada o natural, alambres con materiales incorporados, hormigón, granito, mármol, acero inoxidable, hierro forjado, etc. Últimamente utiliza sobretodo maderas de diversos tipos aprovechando sus peculiaridades cromáticas.
De familia de artesanos, se inicia en el oficio de la mano de su padre, que era cantero. Conoce la madera, el hierro y el granito del país.
Expone por primera vez en su pueblo natal en 1975. Su obra sorprende, irrita, interesa, entusiasma e apasiona. Al año siguiente está en Madrid y aparece también en Atlántica; recorre España y las muestras de Arco en Madrid cuentan con él desde 1986.
Su obra recorre Europa y América, llegando hasta Australia. Sorprende en Estados Unidos, concretamente en Chicago, Ohio e Nova York. Leiro es un fenómeno internacional.
Su obra aparece en lugares públicos coma la Estación de RENFE de Vigo, en el Instituto de Enseñanza Media de Carril, Pontevedra, y el Ayuntamiento de Vigo.
Su obra se encuentra en museos de arte moderna de todo o mundo. Las grandes colecciones e instituciones públicas se disputan sus obras. El propio artista suele llamar a algunas de sus piezas "cosas", porque en cierto modo son indefinibles. Los troncos de robles e castaños de Galicia son los materiales con los que mejor se expresa.
Para Leiro vale la expresión atribuida a Miguel Ángel de que escultura es quitarle al bloque lo que le sobra. A machadazos, a cuchilladas, a dentadas, trabaja la materia para darnos su peculiar visión trágica o irónica de la vida. Mutilaciones, rostros de ahogado, grito desgarrado, humanidades ciclópeas, ideaciones y conceptos humanizados.
El Sireno (1991)
En medio de la Puerta del Sol y elevado sobre dos columnas de granito negro pulido de más de 13 metros de altura, se erige sobre una ola metálica el curioso ser Sireno con la vista orientada hacia el mar.
Es la primera escultura europea que se realizó en acero inoxidable. Escultura controvertida que entusiasma e irrita, pero que con el tiempo se ha convertido en un símbolo de la ciudad.
Otras Esculturas de Leiro en Vigo
“Bañistas no areal” o los "Nadadores", como son conocidos por los vigueses, es un conjunto de dos esculturas de grandes dimensiones. Una junto a la estación de barcos de pasajes en la estación marítima y la otra en la plaza de la Princesa. La primera, de grandes dimensiones, está formada por un torso de un bañista nadando en hierro forjado y un gran arco en hormigón armado. En la de la plaza de la Princesa el bañista transmite movimiento con su brazo que parece emerger del agua mientras nada.
Podemos ver más esculturas de Leiro en la Estación de Renfe, en la Ciudad Universitaria, en la fachada de un edificio junto al Museo Marco, y en la entrada del Verbum.
También podemos ver más obras de Leiro en el Museo Quiñones de León y en la Colección Caixanova.